Azul de Rusia

Monday, April 09, 2007

ÚLTIMA FECHA

La última fecha del poeta García Madero es el 15 de febrero, día de mi cumpleaños. De esta forma Roberto Bolaño apuntaló aun más la sinrazón de esa instancia totalmente arbitraria que llamamos identificación. Quim Font lo dice casi desde el principio “Hay literatura para cuando estás aburrido…, calmado…, triste…, alegre…, para cuando estás ávido de conocimiento… Y hay una literatura para cuando estás desesperado. Está última es la que quisieron hacer Ulises Lima y Belano. Grave error.” Enseguida se señala el lector a quien va dirigido este tipo de literatura: “se trata de un lector adolescente o de un adulto inmaduro, acobardado, con los nervios a flor de piel.”

¿Cómo era Belano-Bolaño? Ya para cuando decidí investigarlo en el buscador de imágenes yo tenía concebida una propia que, debo decir, no era fiel a la verdad. Ahora entiendo la renuencia de algunos a conocer el rostro de los escritores, la ficción es mejor cuando es llevada al máximo grado de estupidez romántica.

Pregunté a alguien cuáles eran los momentos que más recordaba de la novela: fiasco, no eran los mismos que yo guardo. Pero está bien, siempre a uno lo alientan lo suficiente, y aquí estoy escribiendo algo, ehh!, ¿qué tal? me sorprende lo impresionable que puedo llegar a ser… Mentira, no me sorprende.

Ø Los pasajes de Quim Font, el bello padre recluido en un hospital psiquiátrico del DF, (pregunta de aparente descontextualización: ¿a todos los padres les vendría bien una temporada en un hospital psiquiátrico? Lo digo porque ahora la memoria galopea sobre mí y… ¡es verdad! recuerdo que el mío me dijo alguna vez que estaba interesado en pasar unas pequeñas vacaciones en uno de estos lugares, no sé si lo decía en broma, lo juro)
Ø Después de aventarme semejante reflexión al margen continuo con la enumeración de los episodios de la novela para mí trascendentes: están los que transcurren durante la memorable borrachera de Lima, Belano y Amadeo Salvatierra, bebiendo un mezcal que no podría tener un nombre más significativo “Los suicidas”, al terminar con la botella, “un hecho inobjetable , incontrovertible”, bajan de categoría, al menos en cuanto a la semántica se refiere, y terminan tomando Sauza;
Ø El duelo entre Iñaki Echavarne y Belano, en el cual se lanza la interrogante que explica unas cuantas cosas y deja enrevesado todo lo demás: ¿se trata de una ociosa culpabilidad, o es nada más y nada menos que la marca de una milagrosa e inútil inocencia? Yo voto por las dos. Al fin y al cabo la imagen no es otra que la de unos converse que reclaman al usuario nunca dejar de ser adolescente.

Ø Por último se encuentra ese momento que dejó virando completamente la posibilidad de seguir la brújula de la razón: el pasaje en el se cuenta un accidente de auto que sufren dos judío-mexicanos, Norman Bolzman y Daniel Grossman, quienes ya antes habían pasado por la experiencia sobre la cual descansa prácticamente toda la estructura de este libro: cualquier tipo de encuentro con los dos protagonistas; tras lanzar Norman y Daniel toda la puta esencia liminal e incompresible de los realvisceralistas: esa que dice que la “juventud es una estafa”, no existe otro camino que salir volando:
“y entonces Norman me miró y vi en su rostro, lo juro, la misma cara que tenía a los dieciséis o a los quince, la cara que tenía cuando nos conocimos en la prepa, mucho más delgado, una cara de pájaro, con el pelo mucho más largo y los ojos más brillantes y una sonrisa que te hacía quererlo de inmediato, UNA SONRISA QUE TE DECÍA AHORA ESTAMOS AQUÍ, AHORA YA NO ESTAMOS AQUÍ. Y fue en ese momento cuando se nos echó encima el camión y Norman maniobró para evitarlo y salimos volando. Norman salió volando, yo salí volando, los cristales salieron volando. Y todos entramos en donde entramos.”

La noche que leí esto entró la desesperación, el malviaje, (qué raro, e_e) no fue por tristeza o por la ausencia de afecto, fue porque no entendía nada, jajaja, chale... Fue porque me pregunté miles de veces qué chingados era lo que Norman trataba de hacer ver a Daniel diciéndole que Ulises Lima fue hasta Tel-Aviv para recuperar algo… y no se trataba de una chica. ¿De qué entonces? ¿Qué es lo que se puede recuperar? Los amores perdidos seguro que no. Después soñé que le decía a alguien: “quiero olvidar eso” y enseguida me contestaba “¿Qué? ¿que la juventud es una estafa? Pero si eso no se olvida nunca.”






I´m talking about Los detectives salvajes, by the way, but you already know that, don´t you? o_n

7 Comments:

  • At 12:39 PM, Blogger Adrian said…

    wervfe bwRD VBEF WFE Vbre24tfc

     
  • At 8:54 AM, Blogger Adrian said…

    No se porque me huele que todo el post fue para dejar en claro que tu cumple es en febrero 15 y que los que lo olvidamos debemos arder en el infierno del oprobio y la ignominia... (creo)Un abrazo. Ah, y para dejar en claro tu ñoñeria por supuesto @_@

     
  • At 8:54 AM, Blogger Adrian said…

    Y bueno, no es que lo haya olvidado es que geográficamente me era imposible felicitarte.

     
  • At 4:59 PM, Blogger Adrian said…

    Y por qué quitaste el comment anterior? jeje...

     
  • At 12:32 AM, Blogger hezkedan said…

    Ya escibe algo mas, no?

     
  • At 10:22 PM, Blogger Artemio Ulloa Casarín said…

    Bien, bien. Coincido contigo en algunos momentos que has mencionado. La verdad, sino en un psiaquiátrico, sí quemando las patas del diablo... Que también lo sugiere don Quim Font.

    Es un chingadazo de vida, yo creo, con última fecha en tu cumple, escrito por Bolaño recordando a sí mismo en pelo largo, inicios de los veinte y fumar constante de hacer poesía.

    Lo de Amadeo Salvatierra y la pisteadera tiene algo que ver con el poeta estridentista, cuate de doña Tinajero, don Maples Arce, no?

    Recuerdo el duelo, fue uno de esos momentos de la novela en que necesitas comprobar que es una alfombra mágica... Me acuerdo de la vida en las cuevas, y la chamba en el restaurant.

    La identificación, lo de García Madero y el enorme encuentro con la yerba, la acapulco golden de manos de la bina Belano-Lima... las infinitas noches en los cafés de chinos, la meserita y esa relación bizarra (también caballeresca); luego, la caca a los poetas, los jarrones abujarrados, la búsqueda exhaustiva de Cesárea Tinajero, cómo van acercándose, luego el pedo de por qué huyen en el soberano auto de don Quim Font (esa suerte de suegro ideal, por ello de la identificación...)

    No me queda tan en claro lo del accidente de los judío-mexicanos (coño, lo leí nómás una vez, sobrio...), en cambio, me acuerdo de cuando U. Lima (él?) se fue de corresponsal de guerra...
    Sabe de qué modo.
    Obvio que no hubo ciencia para citas.
    Luego préstalo un rato, Liber.

     
  • At 4:11 PM, Blogger Adrian said…

    el nuevo post no me deja poner comments por lo que debo preguntar por aca al mas puro estilo rafa: que es problema?

     

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